Espero con anhelo tu regreso. Espero pacientemente, como una abeja espera para posarse sobre una flor. Espero porque no me queda más remedio. Porque entre esperar y vivir en completa agonía hay solo una delgada línea, donde tambaleo. Una agonía que me invita a rendirme hacia ella, a dejar a un lado la seguridad que expides, la confianza que me has enseñado a mantener, el esfuerzo de entender porqué siento lo que siento y no me avergüenzo de ello. No, no me averguenzo por ver en tus ojos cada vez que puedo un nuevo amanecer. Un misterio oculto que me atrae a sumirme dentro de tus pensamientos, dentro de la luz que forman tus ideas y me hacen entender más porqué ése brillo en tus luceros solo yo lo percibo, nadie más.
No, no me avergüenzo de ésa sonrisa cómplice que me desarma, que ilumina mis noches y esclarece mis días. No, no me avergüenzo de pensar que ésta será la primera vez que te veo porque por verte estaría dispuesta a nacer cada día con tal de sentir ése cosquilleo inmenso causado por el nerviosismo de éste único encuentro. Encontrarte, conocerte de nuevo; todo un reto. No, no me avergüenzo de apresurar al tiempo a que adelante las horas con tal de poder estar contigo. Tampoco me avergüenzo de querer detener el reloj y exigirle a los segundos que se tomen un descanso cuando estás conmigo. Quiero disfrutar tu compañía sin las expectativas de una cita o una reconciliación. Quiero escuchar tu silencio, sentarme a tu lado en aquel banco solitario que no hace mucho me preguntó por los dos. Quiero fotografiar tu mirada en mi mente, unirla al albúm de recuerdos y marcarla como presente.
Porque sí, no me avergüenzo decir que siempre nos quedará muy poco tiempo para amarnos en la distancia. Pero prefiero no verte, imaginarte jugando con el aire que respiro a pensar que quizás sea en vano mi afán de esperar.
De esperarte.
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06 marzo 2007
03 febrero 2007
Si tu no vuelves
Observo tu silueta borrosa parada junto a la puerta. Tus manos acogedoras, causantes de las caricias que aún recorren mi piel, sujetan con vacilación la perilla. Tu rostro hermoso, el cual tantas veces exploré con mis dedos, permanece cabizbajo. Trato de enfocar mi visión pero la oscuridad en la que la habitación se encuentra inmersa no ayuda a mis ojos, a adaptarse a la escasa luz de la luna, proveniente de la ventana.
Te decides a cerrar la puerta, molesto y triste. Conozco el sonido de tus pasos pesados como el cemento cuando odias irte de un lugar que adoras. De mis brazos, de mi cuerpo, de mí ¿Tal vez? Me levanto, intentando que el sueño no me impida detenerte y sin embargo, el cansancio me derrumba e inmoviliza mi ser. Inútil, desgarrada, alcanzo mis ojos e intento restregar con las manos toda pista que incite que estoy despierta. No, no quiero estarlo.
Es una pesadilla, una horrible pesadilla.
Sin pensarlo, lágrimas traicioneras transitan por mis pómulos secos, sin permiso alguno. Mis labios, culpables de la felicidad que hoy anhelo repetir otra vez, recuerdan el dulce sabor de la sumisión ante los tuyos. Me abandonas y contigo inmediatamente se vá mi alma. Mi vida, mis esperanzas.
Y cada noche vendrá una estrella a hacerte compañía.
Que te cuente cómo estoy, que sepas lo que hago.
Dime amor, amor, amor estoy aquí ¿no ves?
Sino vuelves no habrá vida, no sé lo que haré.
Recorro la estancia con la mirada opaca, te alcanzo con el deseo y te beso desde la distancia. Me despido de tí al descubrir el camino que has elegido, la promesa del mañana. Necesitas seguir adelante y yo, aprender a aceptarlo. Dejas atrás las noches de desolación, de protestas por mi ausencia; aún cuando con mi inútil pecho, tu cuerpo encontraba amparo. Te llevas la esencia de una vida que ya no es mía, los recuerdos de momentos juntos que ahora se adhieren a tu memoria y la sonrisa de haberte sentido el hombre más feliz del planeta.
Felicidad, la meta que todos buscan y por la cual me siento orgullosa, de haber sido parte.
Me iré en paz al nuevo hogar que me llama. Sin embargo, recuerda amor mío:
Nunca te dejaré solo, si tú nunca me olvidas...estaré contigo, siempre.
-----------------------------
Una vez me dijeron que cada estrella en el cielo representaba a cada ser querido que hemos perdido, que nos observan y se quedan pacientes a que no los olvidemos.
La canción de Amaral y Chetes, Si tu no vuelves, me hizo caer en una cierta depresión al pensar qué pasaría si nuestros seres queridos tuvieran que partir. La canción es más amorosa, heart-broken pero igual, es preciosa. Se las recomiendo, me ha inspirado.
Te decides a cerrar la puerta, molesto y triste. Conozco el sonido de tus pasos pesados como el cemento cuando odias irte de un lugar que adoras. De mis brazos, de mi cuerpo, de mí ¿Tal vez? Me levanto, intentando que el sueño no me impida detenerte y sin embargo, el cansancio me derrumba e inmoviliza mi ser. Inútil, desgarrada, alcanzo mis ojos e intento restregar con las manos toda pista que incite que estoy despierta. No, no quiero estarlo.
Es una pesadilla, una horrible pesadilla.
Sin pensarlo, lágrimas traicioneras transitan por mis pómulos secos, sin permiso alguno. Mis labios, culpables de la felicidad que hoy anhelo repetir otra vez, recuerdan el dulce sabor de la sumisión ante los tuyos. Me abandonas y contigo inmediatamente se vá mi alma. Mi vida, mis esperanzas.
Y cada noche vendrá una estrella a hacerte compañía.
Que te cuente cómo estoy, que sepas lo que hago.
Dime amor, amor, amor estoy aquí ¿no ves?
Sino vuelves no habrá vida, no sé lo que haré.
Recorro la estancia con la mirada opaca, te alcanzo con el deseo y te beso desde la distancia. Me despido de tí al descubrir el camino que has elegido, la promesa del mañana. Necesitas seguir adelante y yo, aprender a aceptarlo. Dejas atrás las noches de desolación, de protestas por mi ausencia; aún cuando con mi inútil pecho, tu cuerpo encontraba amparo. Te llevas la esencia de una vida que ya no es mía, los recuerdos de momentos juntos que ahora se adhieren a tu memoria y la sonrisa de haberte sentido el hombre más feliz del planeta.
Felicidad, la meta que todos buscan y por la cual me siento orgullosa, de haber sido parte.
Me iré en paz al nuevo hogar que me llama. Sin embargo, recuerda amor mío:
Nunca te dejaré solo, si tú nunca me olvidas...estaré contigo, siempre.
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Una vez me dijeron que cada estrella en el cielo representaba a cada ser querido que hemos perdido, que nos observan y se quedan pacientes a que no los olvidemos.
La canción de Amaral y Chetes, Si tu no vuelves, me hizo caer en una cierta depresión al pensar qué pasaría si nuestros seres queridos tuvieran que partir. La canción es más amorosa, heart-broken pero igual, es preciosa. Se las recomiendo, me ha inspirado.
25 enero 2007
Me encanta Dios
Por el aclamado poeta y escritor Jaime Sabines:
"Me encanta Dios. Es un viejo magnifico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega. Y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna y nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe de las manos.
Nos ha enviado a algunos tipos excepcionales como Buda, o Cristo o Mahoma, o mi tía Chofi, para que nos digan que nos portemos bien. Pero eso a él no le preocupa mucho: nos conoce. Sabe que el pez grande se traga al chico, que la lagartija grande se traga a la pequeña, el hombre se traga al hombre. Y por eso inventó la muerte: para que la vida -no tú ni yo- la vida sea para siempre.
Ahora los científicos salen con su teoría del Bing Bang... Pero ¿qué importa si el universo se expande interminablemente o se contrae? Esto es asunto sólo para agencias de viajes.
A mi me encanta Dios. Ha puesto orden en las galaxias y distribuye bien el tránsito en el camino de las hormigas. Y es tan juguetón y travieso que el otro día descubrí que ha hecho -frente al ataque de los anbióticos- ¡bacterias mutantes!
Viejo sabio o niño explorador, cuando deja de jugar con sus soldaditos de plomo y de carne y hueso, hace campos de flores o pinta el cielo de manera increíble.
Mueve una mano y hace el mar, mueve otra y hace el bosque. Y cuando pasa por encima de nosotros, quedan las nubes, pedazos de su aliento.
Dicen que a veces se enfurece y hace terremotos, manda tormentas, caudales de fuego, vientos desatados, aguas alevosas, castigos y desastres. Pero esto es mentira.
Es la tierra que cambia -y se agita y crece- cuando Dios se aleja.
Dios siempre esta de buen humor. Por eso es el preferido de mis padres, el escogido de mis hijos, el más cercano de mis hermanos, la mujer más amada, el perrito y la pulga, la piedra más antigua, el pétalo más tierno, el aroma más dulce, la noche insondable, el borboteo de luz, el manantial que soy.
A mi me gusta, a mi me encanta Dios.
Que Dios bendiga a Dios."
"Me encanta Dios. Es un viejo magnifico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega. Y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna y nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe de las manos.
Nos ha enviado a algunos tipos excepcionales como Buda, o Cristo o Mahoma, o mi tía Chofi, para que nos digan que nos portemos bien. Pero eso a él no le preocupa mucho: nos conoce. Sabe que el pez grande se traga al chico, que la lagartija grande se traga a la pequeña, el hombre se traga al hombre. Y por eso inventó la muerte: para que la vida -no tú ni yo- la vida sea para siempre.
Ahora los científicos salen con su teoría del Bing Bang... Pero ¿qué importa si el universo se expande interminablemente o se contrae? Esto es asunto sólo para agencias de viajes.
A mi me encanta Dios. Ha puesto orden en las galaxias y distribuye bien el tránsito en el camino de las hormigas. Y es tan juguetón y travieso que el otro día descubrí que ha hecho -frente al ataque de los anbióticos- ¡bacterias mutantes!
Viejo sabio o niño explorador, cuando deja de jugar con sus soldaditos de plomo y de carne y hueso, hace campos de flores o pinta el cielo de manera increíble.
Mueve una mano y hace el mar, mueve otra y hace el bosque. Y cuando pasa por encima de nosotros, quedan las nubes, pedazos de su aliento.
Dicen que a veces se enfurece y hace terremotos, manda tormentas, caudales de fuego, vientos desatados, aguas alevosas, castigos y desastres. Pero esto es mentira.
Es la tierra que cambia -y se agita y crece- cuando Dios se aleja.
Dios siempre esta de buen humor. Por eso es el preferido de mis padres, el escogido de mis hijos, el más cercano de mis hermanos, la mujer más amada, el perrito y la pulga, la piedra más antigua, el pétalo más tierno, el aroma más dulce, la noche insondable, el borboteo de luz, el manantial que soy.
A mi me gusta, a mi me encanta Dios.
Que Dios bendiga a Dios."
20 noviembre 2006
Mas allá del sol
En ése momento, todo por lo que había luchado se desvaneció. Todo el esfuerzo, el empeño y sudor no significó nada importante. Había perdido gran parte de su alegría, ésa noche oscura y fría que encerraba en sí misma la posibilidad de una ilusión. Solo el destello tenue de las estrellas iluminaban su rostro empapado en gotas saladas, fruto de su frustración.
Levantó su mirada hacia el cielo, deseando que todo el sufrimiento fuera simplemente un mal sueño. Sus ojos cristalinos anhelaban perderse en la inmensidad del terrazo y no retornar jamás. El regreso significaría un despertar a la realidad, una realidad cruel y despiadada. Sus pocos años de vida se reflejaban en su piel lozana, la juventud desbordada en su sonrisa opaca no parecía combatir contra la vejez.
Su cuerpo, inútil y cansado, sólo podía sentir la grama salvaje donde yacía recostado. Ella, lloró sin miedos. Al borde del abismo, gritaba silenciosamente por una ayuda que estaba segura, nunca podía encontrar. Se necesitaba ella misma para consolarse. Pero, ¿cómo hacerlo si el dolor empañaba su visión?
La luz de las estrellas no pareció inmutarle, la despedida de la luna ningún cambio causó. Los rayos del sol comenzaron a iluminar la oscuridad, las nubes poco a poco tomaron color. Arrodillada, su mirada impaciente; su boca sonrió. Sin motivo aparente, pensó llenarse del Sol. Nuevas vibras, nuevas vidas después de la tempestad, la calma no duda en arribar.
La muerte no la detendría, razones de más tendría. A veces no observamos más allá de los eventos, cuando solamente se necesita voltear el espejo. Nuestro reflejo es igual que nosotros, fuerte y valiente, aún cuando nuestro cuerpo demuestre algo completamente diferente.
Las ganas de sonreír, de vivir…sobrepasan los límites del universo.
Viajan más allá del sol.
Levantó su mirada hacia el cielo, deseando que todo el sufrimiento fuera simplemente un mal sueño. Sus ojos cristalinos anhelaban perderse en la inmensidad del terrazo y no retornar jamás. El regreso significaría un despertar a la realidad, una realidad cruel y despiadada. Sus pocos años de vida se reflejaban en su piel lozana, la juventud desbordada en su sonrisa opaca no parecía combatir contra la vejez.
Su cuerpo, inútil y cansado, sólo podía sentir la grama salvaje donde yacía recostado. Ella, lloró sin miedos. Al borde del abismo, gritaba silenciosamente por una ayuda que estaba segura, nunca podía encontrar. Se necesitaba ella misma para consolarse. Pero, ¿cómo hacerlo si el dolor empañaba su visión?
La luz de las estrellas no pareció inmutarle, la despedida de la luna ningún cambio causó. Los rayos del sol comenzaron a iluminar la oscuridad, las nubes poco a poco tomaron color. Arrodillada, su mirada impaciente; su boca sonrió. Sin motivo aparente, pensó llenarse del Sol. Nuevas vibras, nuevas vidas después de la tempestad, la calma no duda en arribar.
La muerte no la detendría, razones de más tendría. A veces no observamos más allá de los eventos, cuando solamente se necesita voltear el espejo. Nuestro reflejo es igual que nosotros, fuerte y valiente, aún cuando nuestro cuerpo demuestre algo completamente diferente.
Las ganas de sonreír, de vivir…sobrepasan los límites del universo.
Viajan más allá del sol.
16 septiembre 2006
El cielo es el límite
Dime porqué lloran tus ojos, pedazos de cristal.

Seguramente porque no encuentras más ningún remedio, para deshaogar lo que llevas dentro. Esa impotencia, ésa molestia contigo misma por no haber hecho lo correcto o simplemente porque no entiendes del todo el motivo de tu sufrimiento. Puede, que sean tus amigos quienes te hayan quitado el aliento, puede que sea un problema enorme lo que te mantenga en desvelo.
Puede, pueden ser tantas cosas las que derrumben tu sueño y no te permitan volar. Pueden ser muchas las que no te permitan expandir tus alas y saborear la libertad. Pero cada una de ellas trae consigo un propósito, un propósito que no debes ignorar. Un propósito de enseñanza, de hacerte madurar y seguir más fuerte hacia adelante.
Lleva contigo todo lo bueno y aprende de lo malo para no volverlo a pasar. Devuélvele una sonrisa a la vida, que te ha concedido seguir aquí. Expande tus alas y emprende un viaje hacia un presente eterno donde seas tú la aprendiz.
Vuela, vuela tan alto como tus alas lo permitan. Disfruta del aire fresco golpeando tu rostro en la cima del cielo. Vuela para siempre mi pequeña, vuela todo el tiempo que quieras.
"Nadie merece tus lágrimas y quién las merezca, no te hará llorar"

Seguramente porque no encuentras más ningún remedio, para deshaogar lo que llevas dentro. Esa impotencia, ésa molestia contigo misma por no haber hecho lo correcto o simplemente porque no entiendes del todo el motivo de tu sufrimiento. Puede, que sean tus amigos quienes te hayan quitado el aliento, puede que sea un problema enorme lo que te mantenga en desvelo.
Puede, pueden ser tantas cosas las que derrumben tu sueño y no te permitan volar. Pueden ser muchas las que no te permitan expandir tus alas y saborear la libertad. Pero cada una de ellas trae consigo un propósito, un propósito que no debes ignorar. Un propósito de enseñanza, de hacerte madurar y seguir más fuerte hacia adelante.
Lleva contigo todo lo bueno y aprende de lo malo para no volverlo a pasar. Devuélvele una sonrisa a la vida, que te ha concedido seguir aquí. Expande tus alas y emprende un viaje hacia un presente eterno donde seas tú la aprendiz.
Vuela, vuela tan alto como tus alas lo permitan. Disfruta del aire fresco golpeando tu rostro en la cima del cielo. Vuela para siempre mi pequeña, vuela todo el tiempo que quieras.
"Nadie merece tus lágrimas y quién las merezca, no te hará llorar"
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