16 septiembre 2006

El cielo es el límite

Dime porqué lloran tus ojos, pedazos de cristal.



Seguramente porque no encuentras más ningún remedio, para deshaogar lo que llevas dentro. Esa impotencia, ésa molestia contigo misma por no haber hecho lo correcto o simplemente porque no entiendes del todo el motivo de tu sufrimiento. Puede, que sean tus amigos quienes te hayan quitado el aliento, puede que sea un problema enorme lo que te mantenga en desvelo.

Puede, pueden ser tantas cosas las que derrumben tu sueño y no te permitan volar. Pueden ser muchas las que no te permitan expandir tus alas y saborear la libertad. Pero cada una de ellas trae consigo un propósito, un propósito que no debes ignorar. Un propósito de enseñanza, de hacerte madurar y seguir más fuerte hacia adelante.

Lleva contigo todo lo bueno y aprende de lo malo para no volverlo a pasar. Devuélvele una sonrisa a la vida, que te ha concedido seguir aquí. Expande tus alas y emprende un viaje hacia un presente eterno donde seas tú la aprendiz.

Vuela, vuela tan alto como tus alas lo permitan. Disfruta del aire fresco golpeando tu rostro en la cima del cielo. Vuela para siempre mi pequeña, vuela todo el tiempo que quieras.

"Nadie merece tus lágrimas y quién las merezca, no te hará llorar"

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cierto,el techo es el que tú te marques a ti mismo,el límite está en el cielo.
Sólo hay que luchar cada día un poco más que el anterior y un poco menos que el siguiente.

Besazos preciosa!
Jen

Liliana dijo...

Poético y bonito.

Alma dijo...

Muy hermosa reflexión, verdaderamente para pensar. Me gusta, sobre todo; "Nadie merece tus lágrimas y quién las merezca, no te hará llorar". Sencillamente, bonito.

DTB