Está Cañon, no hay otra palabra.

A veces la vida nos lleva a una encrucijada, donde luchar por quién eres no es lo suficiente ya. Donde, quienes te hacían la vida de cuadritos de vez en cuando, comienzan a hacerlo con frecuencia. A veces, solo a veces, me pongo a pensar en el hecho de que Dios, le brinda tantos talentos a una persona que termina siendo cruel y despiadada y aún así vive una vida llena de felicidad. Y sin embargo, aquella persona enferma, luchadora, trabajadora por lo que desea, la vida se le hace prácticamente, color de hormiga. Sí, no puedo cuestionar sus razones, el sabe porque hace las cosas. Sin embargo, pasa el tiempo y la frustración se apodera de aquellos que son pisoteados y aun después de eso, mantienen su postura y responden cortésmente como la gente decente, mientras que la justicia no se detiene a trabajar ni por equivocación.

Yo no sé ustedes, todo acto tiene su consecuencia. Pero… si todo se devuelve, en ésta vida, ¿por qué la hora de Waterloo llega más tarde que una caravana de tortugas? Yo no suelo quejarme, tampoco me conformo con cosas que sé, puedo mejorar, pero hay días en que todo te sale mal, aún cuando tu intentas hasta con la ultima celula de tu cuerpo, de buscarle algo positivo a la situación.

Lo crean o no, ¡esto está cañón!