Ser orgulloso de su origen

Análisis de Historia

¨Aquel que no esté orgulloso de su origen no valdrá nunca nada porque empieza por despreciarse a sí mismo.¨

-Pedro Albizu Campos

Muchos piensan que el país en que nacemos no necesariamente termina siendo nuestra patria. Sin embargo, fuimos traídos a éste mundo en ése lugar por alguna razón, que solo Dios conoce; y por ende, es nuestro deber evitar, que los avances que van arropando poco a poco a la sociedad, desplazen nuestras prioridades como pueblo: preservar nuestra cultura y entidad.

Otros, suelen decir que ¨Si no hay respeto por la patria, la sociedad es una confusión¨, y coincido con todos aquellos que profesan tal verdad. Porque la patria no es solo un territorio, es responsabilidad de todos los individuos que han encontrado en ésa región una razón para vivir y ser feliz. Sin duda alguna, existen también personas que se avergüenzan de donde provienen, puede que porque su país no sea tan desarrollado como otros ó el estilo de vida sea mal visto por los demás, faltando ése respeto no sólo a la tierra que lo vió nacer sino a sí mismo. A su sello de ¨fabricación¨, su ¨mancha de plátano¨que se tatúa sin pedir permiso alguno, en su corazón.

No hay nada erróneo en sentir orgullo, pero sí cuando éste pasa a ser petulancia. No hay nada equívoco en rendirle pleitesía a la nación que le vió dar sus primeros pasos, que le resguardó del mundo y le brindó un hogar, sin necesidad de pedirle nada a cambio. Porque después de todo, su único anhelo es verle crecer y que defienda sus campos con la frente en alto, ya que la soberanía que ella extiende sobre uno, como un manto, es sagrada. Porque al final de cuentas, la verdad no puede ser ignorada ni tampoco silenciada, palpita fuertemente en nuestro pecho. Boricuas somos, Boricuas siempre seremos.

¨Yo soy boricua de pura sepa, que lo sepan los de aquí y también los de afuera¨