17 octubre 2006

Pesadilla Global: La Esclavitud Moderna




“Nadie estará sometido a la eslavitud ni a la servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas.”

Artículo 4 de la Declaración de los Derechos Humanos

En las últimas décadas, la sociedad ha enfrentado cambios drásticos: en la cultura, la economía y los valores. Cambios que han afectado la visión de las personas que en la búsqueda de vivir cómodamente, aceptan ser parte de la ola creciente de crímenes que al final no terminan beneficiando a nadie.

Pero ¿Qué hacen éstas personas para satisfacer sus necesidad? No, no trabajan dignamente en un local ó una empresa. Tampoco se dedican a hacerse hombres de provecho, mejorando su educación y buscando formas de ampliar sus horizontes. No, éstas personas a las cuales se les conoce como traficantes, obtienen dinero explotando niños.

Niños que no tienen la culpa de las acciones de sus padres, niños inocentes que hasta el sol de hoy no entienden qué han hecho mal, para merecer tan horrible trato. Niños que se preguntan porqué fueron secuestrados, niños que no hallan todavía una respuesta razonable que les impida seguir ilusionados.

¿Qué es la Explotación Infantil?

La explotación infantil es el trabajo ejercido por menores de edad que genera ingresos económicos, bajo la obligación de traficantes. Este trabajo incluye mayormente la realización de actividades ilegales ó que amenazan la integridad del menor. El “Comercio del Bajo Mundo” no es una situación de ahora sino de muchos años atrás. Estos niños son arrancados de sus hogares e incluso vendidos por sus padres, pensando que el comprador lo cuidará mejor.La gran mentira.

Es alarmante saber no solo que algunos traficantes son miembros de redes del crimen organizado, sino que también los propios familiares y amigos de la víctima son partícipes de tal crimen. ¿Quién lo diría? Sin embargo, ya varias organizaciones están luchando por acabar con éste mal que arropa con la seguridad del futuro de la humanidad.

Ricky Martin, artista puertorriqueño, es uno de los principales organizadores consciente de ello. La Fundación que conlleva su mismo nombre, tiene como propósito principal establecer vínculos con entidades internacionales e instituciones locales y privadas, para reducir el número de niños que se convierten en víctimas de la explotación infantil en todos los continentes. Esta organización, sin fines de lucro, aboga por el bienestar de la niñez a nivel global en áreas tales como: la salud, la educación y la justicia social.

El pasado 26 de septiembre, el denominado Embajador de Buena Voluntad de UNICEF, asistió al Congreso de Estados Unidos para alertar acerca de los casos de explotación humana, enfatizándose en los casos de mujeres y menores de edad. Su mensaje se concentró en mover a la comunidad internacional a la necesidad de crear leyes universales, que regulen la edad promedio en que una persona es considerada como adulto y que pueda legalmente incrementar el registro de nacimientos.

Su preocupación se basó en la estadística de que, el 50% de las personas que nacen no tienen un certificado de nacimiento, por lo cual para el gobierno y la nación son invisibles. Ricky es uno de los muchos artistas que ayudan a la causa, utilizando su fama como base para que su mensaje sea escuchado y por consiguiente, se solucione el conflicto.

La explotación infantil trae consigo muchas caras, entre ellas la ignorancia, el miedo y la desesperación. Quizás por ello las personas que tienen en sus manos el poder de hacer algo significativo al respecto aún no se han atrevido. Quizás no están dispuesto a luchar hasta las últimas consecuencias. Lo que sí es lamentable de ésta situación es que se ha perdido el respeto por la niñez.

Un niño es la esperanza de un pueblo, de una nación. Si nosotros no estamos conscientes de ello, ¿qué podremos esperar de los demás? La esclavitud acabó hace tiempo, ¿porqué procuramos ignorar el regreso de la violación a nuestros derechos?

Hoy por tí, mañana por mí. Seamos partícipes de lo que está sucediendo, el mundo no es de uno solo, sino de todos.

4 comentarios:

Alma dijo...

"Oiga, señor; muéstreme su cédula de identidad."

"Pero es que no tengo una."

"Entonces tendrá que ir al registro de la ciudad y buscarla."

"Si es que ya fuí y como no me encontraron registrado me dijeron que yo no existo."

"Tienen razón señor, usted no existe."

Una situación jocosa se convierte en un problema real; ¿a quíen van a proteger si no saben que existe?
Y no solo es la explotación comercial, sino el deterioro del individuo; una infancia perdida sobre unas manos sucias. ¿Qué se puede esperar de un país donde no hay infancia?

DTB

Natalia dijo...

Nada, simplemente no se puede esperar nada. Es bastante estúpido pensar que un nombre ó un número puede identificar si una persona existe en una sociedad o no. Estamos vivos, eso es lo que importa, ¿qué más evidencia buscan?

Hablando de la infancia, no sé si has leído el último libro de José Saramago, "Las intermitencias de la muerte", si no lo haz leído te lo recomiendo! Es muy bueno, habla sobre un país donde la gente deja de morir, o sea, algo muy contrario al tema de la infancia.

Gracias por contestar,
Taly

Alma dijo...

Ni hablar, Taly;
¿Qué separa a lo efímero de lo eterno?
Sin duda es muy breve la distancia.
Ya imagino las huelgas y las protestas; "no a la muerte postergada", y la huelga de los funerarios; "necesitamos que esa señora nos de trabajo".

DTB

PD: Si, ya hace algún tiempo que lo leí, es un libro reciente, pero su autor es un premio Nobel en literatura y su obra muy difundida, además presenta un argumento sólido, y fácil de leer lo que hace de la novela una de mucha calidad literaria y filosófica, creo que puedo volver a leerlo. Gracias.

Anónimo dijo...

Y mientras los ricos sean mas ricos y los pobres mas pobres la esclavitud existirá.
En mi humilde opinion EDUCACION ES LA PANACEA.La perpetuación de la ignorancia es el principio de toda esclavitud.
Saludos y un inmenso placer toparme con tan maravilloso blog, tenías que ser del grupo de joss ;)