El honorable gobernador está luchando contra viento y marea por terminar con todo este caos, utilizando de caballo imperial al pueblo puertorriqueño.
En cambio, el presidente de la Cámara José Aponte sigue en la misma negativa de no dejarse "rendir" ante sus deseos, teniendo de respaldo al disque "Mesías", ex-gobernador, futuro presidente de senado y psicópata en fase de reconocimiento, Pedro Roselló.
No hay más lugar para el Senado, el presidente de éste, y muy pronto ni para ninguno de nosotros. Solo basta apostar por quién más aguanta en ésta constante y salvaje pelea entre animales.
Donde al fin de cuentas quien terminará pagando las desgracias será la presente y esperemos futuras generaciones de nuestra Isla del Encanto.
¿O debería decir Isla del Escándalo?
Es tan crítica la situación por la que nos enfrentamos que más vale reirse mil veces que sentarse a llorar. Bolitas de pin-pon mis queridos paisanos, en éso nos hemos convertido, chocando de raqueta en raqueta en éste desastre político.
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