06 septiembre 2006

El pez muere por la boca

Debo admitirlo, nunca pensé que en éste mundo hubiera tanta gente descarada. Descarada, ésa es la palabra, no sólo te insultan personas que creías decentes y respetables sino que actuan como si nada malo estuvieran haciendo. Y es que me saca de las casillas, cuando alguien que no está en posición de hablar sobre un tema lo hace con una desfachatez inmensa y uno por no pagarle con la misma moneda se queda callado. Me revienta, me infla y me vuelve a reventar, ¿dónde está la decencia? ¿El respeto que los mayores tanto exigen para ellos pero no son los primeros en dar?

Esta mañana una Hermana de la Caridad me saludó en el pasillo con una cara de sorprendida. Ella, me había visto desde pequeña crecer y de vez en cuando éste nuevo año escolar la saludaba. Sin embargo, hoy vino con el humor "virao". Me dice descaradamente, como si tuviera toda la confianza del mundo: Muchacha, ¡cómo has engordado! Me hice la de vista larga y le pregunté que si veía bien, puesto que yo me considero flaca aún cuando sea ancha. Ella al darse de cuenta de su IMPRUDENCIA, explica que tal vez no haya visto bien...pero ya la espinita estuvo sembrada. Me fui, riendo de aquello pero luego me puse a analizar que si "ésas son las hermanas no quiero saber qué dirán los demás".

Ganas no me faltaban para contestarle sin pena alguna "El burro hablando de orejas", puesto que con todo respeto una ballena parecía ella, que ni bien puede hasta caminar.

Y es que molesta el aceptar que SIEMPRE HABLA EL QUE MENOS PUEDE. Así que salganles de atrás pa´lante porque sino se van a quedar con las ganas como yo...y no es nada bonito.

2 comentarios:

Alma dijo...

Me gustó más tu primera reacción, pero te quedaste "pegá" en el comentario y encontraste la espinita, nada sigue riendote y miralo desde esta perspectiva:

la hermana tiene tremenda combinación de "boca y pata", cada vez que abre la boca...

DTB

Pandora dijo...

la verdad es que si que infla ser correcta y educada aun cuando tu crees que te han faltado al respeto con un comentario que estaba de más. Da mucha rabia tener que quedarse callada.

Saludos!